Me han invitado a un showroom, pero ¿eso qué es?
Desde hace unos años se ha popularizado este término que, en un principio, era exclusivo del mundo de la moda. Parece que ya en el siglo XIX se utilizaba esta expresión cuando atelieres y modistos invitaban a un selecto grupo de mujeres a sus talleres para mostrarles sus colecciones y novedades. Poco a poco, este tipo de eventos se ha realizado para que las empresas enseñen a grupos reducidos de clientes o potenciales clientes, así como proveedores, sus novedades, ediciones de lujo o, simplemente, los acabados de sus productos.
Hasta hoy, han sido una exposición de productos de manera exclusiva. Dejaron de ser únicos de la moda y ahora puedes asistir a showrooms de casi cualquier sector, desde artesanía hasta coches. Lo que sí mantiene la esencia de este tipo de eventos es su carácter exclusivo y único.
Y es que ya no tiene por qué tratarse de productos que no se vendan al gran público, lo que lo hace especial es su carácter temporal. O, por ejemplo, que te ofrezca en exclusiva la posibilidad de probarte ropa de una tienda que solo vende online.
Por lo general, para asistir habrás tenido que recibir una invitación. No son abiertos a todo el público (aunque cada vez más se usa este tipo de eventos “en abierto”). Esto hace que se mantenga la atención personalizada y una experiencia más especial para el potencial cliente. Ya sabemos lo que es ir de rebajas al Corte Inglés y no es lo que escogeríamos para descubrir nuevas marcas.

Y, entonces, ¿qué me voy a encontrar?
El término showroom significa literalmente habitación de mostrar, pero podemos traducirlo como sala de exposiciones. Y, como si de una buena exposición se tratara, es posible que te cuenten una historia, que exista un recorrido o que quieran trasladarte a algún lugar. Sé que algunas marcas están haciendo incluso maridajes y completan la experiencia con otras marcas de sectores completamente diferentes. Por suerte, la creatividad está cada vez más presente en los eventos y un pequeño showroom puede convertirse en todo un espectáculo. Bien es cierto que alguno se asemeja más a un mercadillo que a una galería, peeero, mi recomendación si te invitan a un showroom es: ¡déjate sorprender!
Foto cabecera: Q K
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