Hace unas semanas recibí el encargo de hacer un Candy Bar para la celebración de la Primera Comunión de dos niñas.
En un principio, puede parecer algo muy sencillo, como casi todo en el mundo de los eventos, compras unas bolsas de chucherías, unos cuencos, le pones un mantel a una mesa y ¡voilá! Tienes una mesa dulce. Pero… aunque cumpla su función, ¿realmente se ajusta a lo que te habías imaginado al pensar en un candy bar?
Ya sabes que la manera de asegurarte de que quede como sueñas es contratando a un profesional, pero si quieres aventurarte tú sola en este proyecto, a continuación te dejo los pasos que debes seguir para salir airosa y, seguro, exitosa. Y, para más ayuda, lo vemos sobre el ejemplo del encargo que me hicieron hace poco.
- Define el encargo. Un candy bar para una Comunión de dos niñas. (Fíjate que digo siempre candy bar porque una mesa dulce no es lo mismo)
- Toma nota de todos los detalles del encargo y del evento. Fecha, hora, lugar, espacio que tienes para ubicar la mesa, estilo, temática, número de personas (importante saber cuántos niños irán), presupuesto, ¡no olvides el presupuesto! Dulces preferidos de las niñas…
- Primeras decisiones que nos ayudarán a definir la idea. En esta ocasión son dos niñas de comunión y un montón de niños invitados. No tienen tema ni colores, así que optaremos por un estilo sencillo y tonos naturales siguiendo la decoración escogida para la iglesia.
- Hacemos un moodboard para plasmar todas esas ideas. Así podremos visualizar el candy bar.
- Hacemos un croquis o boceto de la mesa dulce. Propondremos al cliente el listado de dulces y en función de los escogidos, realizaremos la distribución en recipientes y en el espacio destinado al candy bar.
Haz tantos bocetos como necesites hasta quedar convencida. No tienen por qué ser perfectos, lo importante es que te ayuden a trabajar. Ya sabes, eso de la eficiencia…😉
Foto cabecera: Pexels
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